30 de março de 2010

Rayuela

"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."

(Rayuela - Julio Cortázar - capítulo 7)

16 de março de 2010

Impulso mayor



La invitación ya habia sido echa desde mucho tiempo.
La duda permeaba la cabeza de Mariana y los deseos también.
Tenía ganas de viajar y cambiar los aires. Sacar desilusiones, brindar estrellas en cielos desconocidos, bañarse en mares fríos y hacer de los peces su fuente de vida.


El recado estaba dado. Pero, por precaución, seguridad, o mismo por los recuerdos de su último relacionamiento, ella no podía seguir adelante. Dejar dominar por afectos, olvidar família, amigos, compañeros, su propio corazón.


Asimismo, salir del país era su excitación venérea. El empleo ya estava para allá de aburrido. Las cores ya no la prendían la atención. Su caminar tenía un pesadumbre que desafiaba la fuerza de gravedad de la Tierra. Hasta los días la quitaban de la claridad.


Cosa sea dicha: a ella le ofrecieran una oportunidad bárbara.


El provecho estaba a punto de empezar. Bastaba todavía coraje. No, no se trataba de coraje. Pues, Mariana siempre la tube con impetuosa decisión y esfuerzo del ánimo expléndido. Lo que necesitaba solamente era abrir manos de sueños imposibles. Saber que más un paso y podría contar con algo que la distraigase y diviertise. Bien allí, en el Uruguay. Tan cerca y tan prometedor.

Y todo lo que precisaba hacer era subir en aquella motocicleta.

1 de março de 2010

Sin prisa



Mira que días y noches vivimos.
Pensaba que lo triste de los finales, no son lo que hicimos.
Son lo que no hicimos.

La tristeza es do que soñábamos hacer.
Después de la pasion caliente viene lo que ¿mismo?

Quizá nosotros seamos siempre amigos...eh?!?
Respetamos uno a otro y, además, ni escribimos el fin aun.
Todavía duele mi corazón.

Ni siquiera sé muy claro el motivo...
Pero, es lo echar de menos que me preocupa.
Estuve revolviendo el pasado y ¿ahora que hacemos?

Sirve una aguardiente y vamos leer un poquito más.
La noche va se muestrando lejas.
Las estrellas no tienen prisa en brillar.