4 de fevereiro de 2012

El bebé se vá a la escuela. ¿Y la madre?





Bueno, es llegada la hora de sacar el polvo y volver al trabajo!
Allá se fueron siete meses lejos de mis tareas profesionales. Seis meses de licencia maternidad y uno de vacaciones. Fueron meses de fuertísimos cambios en mi vida, de nuevos sentimientos, nuevas descubiertas, nuevos vivires... Regalos inolvidables... ¡Ahora soy madre! Y cuanto amor he añandido a mi ser... Fueron días y noches que dejé las puertas y ventanas de mi casa abiertas...





Miro al lado y veo mi hijo, el amado Bolívar, bello, saludable, fuerte, feliz... y siento que todo pasó rápido demás. Hasta parece que ayer yo estaba llena de miedos y dudas y más dudas de como habería de ser el parto, la lactancia y todo. Pués, todo salió muchísimo bien: gracias a Diós!!!




Vivimos días y noches de inmensas felicidades. Son divinas las sensaciones de cada movimiento nuevo del. De cada sonrisa, cada sonido, cada mamada, baño, juguete, paseo, viaje... Tiempos vividos con la intención de ofrecer lo mejor de mí misma.




Pero, ¿dondé andará mi capacidad de desapego? ¿Que naturaleza de mujer es esta que mi impide de quedarme tranquila con el bebé que se vá a la escuela? ¿Por qué la sensación de asfixia solo de pensar en quedarme lejos de mi hijo por horas y horas seguidas?




Hoy, traigo el corazón chiquito, duelendo de miedo de dejar mi hijo en la escuela. Todavía, sé que es necesário, que la vida se pone así. Que debemos estar seguros y tal. Agradezco a Diós por tenermos una casa, trabajo, salud, unión, ganas de vivir y de puedermos dar toda la educación, atención y amor que Bolívar merece. ¡y como merece!!! El he nos traído mucho, más mucho, mucho mismo, amor. Un amor tan grande que transborda del corazón, no cabe...




Tengo intentado llevar mis pensamientos para su modo de ser. Bolívar es un niño simpático, que no llora casi nunca, que mama en el pecho y en la mamadera, que ya come frutitas y sopas. Creo que el vá a salir un gran estudiante, que se salirá bien junto a los otros bebés. Sin embargo, siento miedo. A la miente me viene siempre la duda si el no vá a quedarse con hambre, si no vá a tener miedo del lugar que no conoce, si no vá echar de menos su mamá y su papá, si no vá llorar y sentir ganas de mis pechos...

Ya me duele el corazón... Justo yo que nunca supe dar adiós sin llorar. Ahora es llegada la hora de apartarme de mi bebé...

Todo lo que pido a Diós es que mi dé más fuerza para pasar a el mucha seguridad. Así el quedará bien. No más, es trabajar bastante para que las horas vuelen y de pronto poseeré en mis brazos mi hijito amado...


Um comentário:

  1. Cátia,

    ahora es un rato de tiempo que Bolívar se vá quedar sin su madre y su padre. Pero él se vá entender muy bien con los otros bebés e interagir con todos. Si, el tiempo pasa más pronto cuando tu quedar tranquila, entonces se vá de prontito y el bebé estará en tus brazos muy alegre y luego todo eso será una rutina.
    Bueno, tu como madre es excelente!Y acá tus palavras dicen lo todo que sientes, algo bello, sincero y verdadero... deje que los ocurridos se pasan en la fase y te queda bien y todo quedará bien...

    Más una vez, muy bueno tu texto!!!

    besos, abrazos y TGM!!!

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